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Los que siguen ciertos hábitos alimenticios, como comer lentamente y consumir cuatro comidas o más al día, tienen menores niveles de grasa corporal, independientemente del ejercicio que hagan.
Son muchos los factores de la dieta que influyen en la prevalencia de obesidad: composición, la cantidad de energía y macronutrientes, el tipo de alimentos, momento en el que se consumen etc.
Los investigadores compararon los hábitos dietéticos de los participantes: las comidas que hacían, el tiempo que pasaban en cada una de ellas, el número de comidas, consumo de bebidas gaseosas y alimentos de comida rápida.
También registraron sus niveles de grasa corporal tomando medidas de los pliegues cutáneos en seis partes del cuerpo y su circunferencia de cintura.
Y se preguntó a los participantes cuánto ejercicio y actividad física llevaban a cabo en su tiempo libre.
Comer más y más lento
Los resultados mostraron que los pliegues cutáneos y la circunferencia de cintura eran menores entre los adolescentes que consumían más de cuatro comidas.
Estos incluían:
un refrigerio a media mañana
un refrigerio a medio día y cuatro comidas cada día.
Y según el estudio, los delgados también pasaban más tiempo del normal en cada comida.
Los resultados muestran que el consumo de un refrigerio a media mañana, un refrigerio a medio día, consumir más de cuatro comidas al día y pasar un tiempo adecuado en estas comidas son hábitos dietéticos importantes asociados con un nivel más bajo de grasa corporal.
Los que consumían el desayuno regularmente eran más delgados que los que se saltaban este alimento. Y los beneficios se observaron principalmente entre los varones que no llevaban a cabo ninguna actividad física en el día.
La obesidad es una enfermedad crónica asociada al desarrollo prematuro de enfermedad cardiovascular, diabetes y cáncer, dicen los investigadores.